En toda la mitad de la cuadra, justo ahí, en frente del Parque del Periodista, está un bar que llama la atención, pues la unión de varios ambientes diferentes hace del ambiente en general, algo singular.
Al ingresar, las paredes son los primero que captan mi atención. Varios artistas de la ciudad han plasmado allí diversos estilos y conceptos. Justo al entrar, la primera pintura hace alusión a algunos personajes importantes del rock y a otros tantos como Mozart y Jesús, quienes comparten unas cuantas copas en las mesas de un bar.
Este lugar cuenta con dos pisos. En el primero, hay varias mesas donde los visitantes, en general académicos y artistas, toman unas cervezas y comparten opiniones de cuanto tema se les ocurre. En la segunda planta el ambiente es un poco más acogedor y privado. Ya no sobran las mesas, sino los butacos y los puffs que logran que el invitado descanse y se relaje del trajín que, tal vez, acaba de finalizar.
Para quien tiene ganas de sentir el gusto del buen Rock, el bar Viejo Vapor ofrece a todas las personas una locación y un servicio agradable, acompañando el rato con unas cervezas y videos de rock transmitidos en video beam.
El hecho que este bar esté en medio del Parque del Periodista, un sitio habitual para los excesos de droga y alcohol, y tenga en sus paredes mensajes referentes a la no aceptación de la violencia intrafamiliar, las drogas o el sexo descuidado, representa perfectamente lo que es la esencia de su dueño, Jesús Hermilso Echeverri Tobón.
Hijo de Jesús Octavio Echeverri Duque y María Eugenia Tobón Gómez, Jesús Hermilso es el propietario de este bar desde hace dos años. Él dice reconocerse como ser humano cuando se relaciona con los demás y hace caso a la naturaleza social del hombre. Es por eso, que en medio de tanta vestimenta negra y caras serias o drogadas que abundan en el parque, este hombre desde su bar nos recibe con una sonrisa bastante amplia y con un caluroso ‘bienvenidos’.
Nos invita a detallar y a disfrutar de su bar, al que le pone alma y corazón además de las cosas que ha hecho en su administración. Video beam, nuevo rock, nuevas pinturas y una programación cultural mensual, son algunos de los elementos característicos del bar en este momento.
A sus 58 años y con dos hijos de 30 y 33 años, este economista de la Universidad de Antioquia, filósofo de la Universidad Santo Tomás de Bogotá y escritor y poeta empírico, es una persona tan polifacética que se puede simbolizar con varios de los personajes que decoran los mosaicos de su bar.
Nacido en Montegrande, hoy La Ceja; alto, de cabello largo y con pocas canas, con un arete en su oreja izquierda, con bigote y barba desordenada y vistiendo de forma informal, nos cuenta que lo altera la gente incumplida, las personas que hablan con él y no le prestan atención, y sobre todo, el maltrato y el irrespeto a los demás.
Apasionado por muchas cosas en la vida, amante de la música clásica y del Rock como el de Black Sabbath o Rolling Stone, disfruta de lugares tan distintos como lo son el pleno centro de la ciudad y el campo. Vive en Santa Elena, un lugar campestre y frío, donde practica una de sus pasiones como lo es la agricultura. Sin embargo, para él, el centro de Medellín es el principal referente del encuentro con los amigos, los libros y el teatro, y este es el motivo por el cual todos los días a las diez de la mañana baja desde su casa ubicada en este corregimiento de la ciudad, famoso por ser frío y por ser cuna de los silleteros de Antioquia.
Resumiendo muchos aspectos de su vida, sus estudios, su familia y trabajo, 'chucho' trata de equilibrar todo y así obtener cada vez más razones para mantener su sonrisa y calor humano intactos.
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