viernes, 14 de septiembre de 2012

Medellín for everyone

Is Medellin a touristic city? It is right now!
Para los que creen que Medellín es una ciudad solamente de paisas y para paisas, tienen que tener en cuenta que están bastante equivocados. 
Aunque no es la ciudad más grande del mundo, ni la más histórica o natural, ni la más cosmopolita o vanguardista, ni la más famosa, y le faltan muchas cosas… sí es una gran ciudad para unos o una pequeña provincia para otros, que ofrece interminables razones para ser visitada, tomada en cuenta y ser recorrida. Es una ciudad que quiere dar y darse la oportunidad de ser conocida y admirada por personas alrededor del mundo.
Parque de los Pies Descalzos como uno de los sitios turísticos de la ciudad

Sería común pensar que a la que nosotros conocemos como “La ciudad de la eterna primavera”, otros la conozcan tal vez como “La ciudad de la eterna guerra” o quizá sólo como la ciudad que dio vida a Pablo Escobar. Sin embargo, el concepto que deja en las personas, muchas veces no es tan apegado a la violencia, las comunas y la droga; en realidad, hay muchos otros aspectos y razones a las que el Valle de Aburrá está ligado.
Se ha vuelto cosa del diario, ver pasear por “nuestras” calles, ver rumbear y tomar en “nuestros” bares o estudiar en “nuestras” universidades, a personas que a leguas reconocemos como extranjeros.
Europeos, norteamericanos y suramericanos son quienes más se ven en los paisajes urbanos de Medellín y últimamente, aunque en menor medida, los asiáticos cada vez acuden más a esta zona. En todos y cada uno de ellos, podemos encontrar inimaginables porqués de estar visitando ‘nuestra’ ciudad.
La razón que primero se nos viene a la cabeza, es que aquellos personajes de otros países vienen a visitarnos por simple turismo. Por conocer, pasar un buen rato y apersonarse del estilo de vida que llevamos los paisas. Tal es el caso de Ian, un belga radicado en Suiza que ya ha venido siete veces a la ciudad y que le encanta el clima y la gente; pero sobre todas las cosas su principal razón de visita es la buena rumba que la ciudad le ofrece, el movimiento y el continuo trajín (incluso a veces desordenado) que no hay en el lugar de donde viene, al que él llama como un país aburrido.
Sin embargo la rumba no es la única guía turística. Están los pueblos, parques, el centro de la ciudad y cómo negar que también está nuestra historia oscura; esa que los nativos a veces intentamos tapar, pero que los extranjeros quieren conocer cada vez más. Está John, quien vino directamente desde Phoenix, E.E.U.U., para lograr palpar por lo menos una parte de esa realidad que ha conocido un poco a través de libros y documentales. Por supuesto la Hacienda Nápoles fue lo que más disfrutó de su tour.
Medellín tiene un aspecto por el que también es bastante reconocido: sus mujeres. Esto nos puede servir como un arma de doble filo; las mujeres pueden ser bellas como personas comunes y corrientes o ser bellas como damas de compañía. Para el primer caso encontramos a Mario, un mexicano que vino a Medellín con el fin de conocer a la familia de su futura esposa y de proponerle matrimonio “como debe ser”, según él. La segunda vez vino a casarse y a pasar tiempo valioso con su familia paisa, su segunda familia. Y con una situación parecida está Stefan, un joven suizo que vino a la ciudad para visitar a su prometida, una paisa. Él no tenía expectativa alguna con Medellín, pero asegura que aquí está muy bien. Recorre distintos lugares en la ciudad y en los pueblos, pero eso sí, sin desamparar nunca a su novia de la que dice estar muy enamorado. Le gusta tanto la ciudad, que inclusive, no descarta hacer su proyecto de vida, más tarde, en la ciudad de origen de su compañera.
Mario, mexicano, y su esposa Victoria, colombiana

Una nueva moda basada en muy buenos argumentos de calidad e innovación es el turismo de salud; ese que incentiva a personas de distintos países a hacerse tratamientos estéticos, orales y de corazón, en clínicas como el Pablo Tobón Uribe y la Santa María, que a la hora de compararlos con los tratamientos extranjeros, aquí se pueden encontrar con algo ‘bueno, bonito y barato’.
Por otro lado, la violencia y la niñez abandonada son dos problemas que, sin orgullo alguno de estas malas situaciones, atraen a muchos extranjeros. Por ejemplo Krysa, una psicóloga y política griega ha trabajado en la ciudad y en el departamento por varios meses ya. Dice que la gente es muy amigable y le impresiona que acá todos los espacios estén tan militarizados, además de la pobreza que tanta tristeza le causa. Sin embargo, a pesar de que ella conoce una cara difícil de la ciudad y del país como tal, ve el estudio aquí, como una opción bastante llamativa.
Otro caso que tiene como razón el trabajo, es el de un argentino que por seguridad prefirió no identificarse. La primera vez que vino a la ciudad, fue en época de navidad y eso lo atrajo mucho; luego, por asuntos de trabajo se quedó más de lo esperado en la ciudad; donde ha logrado buenas amistades, pues como él dice: “es una ciudad que convive mucho con los extranjeros”. Él viaja continuamente a la ciudad y dentro de sus posibilidades está quedarse a estudiar en la universidad, pues es económico y cómodo.
Para el problema de la niñez en abandono, Medellín, aunque no tanto como en Bogotá o como en otras ciudades capitales del país; ofrece programas y fundaciones que ayudan a la adopción de niños nativos. Así lo es en el caso de Amira y John, una pareja que viene desde Australia para mostrar a Lorena, su hija colombiana adoptada, cuáles son sus raíces y de qué lugar viene. Ellos pretenden estar viniendo constantemente; primero para que Lorena no olvide sus raíces, y segundo para ayudar en lo que más se pueda con esta problemática que atraviesa el país hoy en día.
Lorena, adoptada por una pareja de australianos, juega mientras conoce algunos pueblos de Antioquia

Cuando algunas veces Medellín parece como un mal lugar para vivir, hay personas que lo rescatan y lo buscan como refugio a sus problemas, a su familia o a su país. Carlos, un venezolano, lleva viviendo en la ciudad unos cinco años. Él le huyó a su país pues no veía un futuro prometedor allá y decidió venirse a Medellín, en donde ya tiene un negocio próspero y una vida buena y segura. Muchas cosas de su vida son una mentira, necesita esconder su identidad para su país de origen, y es por eso que cuando va, lo debe hacer de la forma más cautelosa posible. Dice querer quedarse siempre en Medellín y que entre sus próximos planes está traer a su familia para la ciudad y casarse con una paisa que le ha ayudado en los momentos más difíciles y desesperantes.
Como muchas veces en la vida, lo planeado nunca termina haciéndose así. No falta el que haya venido a Medellín por una razón y se haya quedado por otra totalmente distinta, o simplemente las razones no se cambian sino que se adhieren otras más.
Reza Yafarizad es un iraní que sólo conocía del país gracias a los libros de Gabriel García Márquez, quien causó en él la imagen del lugar como una selva amazónica, pero cuando llegó acá quedó fascinado, nunca se había imaginado que pudiera ser una ciudad tan moderna. Su primera razón para venir a la ciudad fue para trabajar en el comercio, a lo que se refiere como un campo bastante difícil de entrar y pertenecer. Pero luego  llegó su otra razón: una compañera colombiana con la que ya lleva casado un poco más de cinco años. Rescata que en Medellín siempre se siente tranquilo y feliz; que aquí encontró la verdadera felicidad, pero por el contrario, le cuesta mucho acomodarse a la cantidad de carros y de contaminación que día a día aumenta.
El caso de Mark, un inglés, tuvo también un final diferente al que había pensado. Él llegó a Colombia después de haber estado como mochilero por toda Suramérica. Antes de salir a su expedición oyó que Medellín era un lugar muy peligroso para vivir, pero cuando la conoció y la vivió de cerca, le quedó gustando tanto que decidió vivir acá por un tiempo y decidió también iniciar clases de español, que es básicamente lo que hace en este momento.
En fin, como decíamos al principio, el número de razones para venir a Medellín es directamente proporcional con el número de personas que la visitan.  El factor común en los extranjeros, es que la mayoría vienen por recomendación y no por iniciativa propia. Sin embargo, cuando llegan, lo único que quieren es extender su estadía lo que más se pueda. Lo que nos indica que Medellín aún no es una ciudad del “Top” a nivel mundial; no se da a conocer mucho, ni tiene algo tan especial como para que todos alrededor del mundo la conozcan y además, quieran visitarla. Pero a pesar de esto, Medellín se la juega toda para amañar a quien se atreve a conocerla, para dejar en las personas un recuerdo imborrable. Para que, aunque sean extranjeros se sientan como en casa y consideren a la ciudad tal vez, como su segundo hogar, aquel al que pueden ir y venir cuantas veces quieran.
Collage de la 'Ciudad de la Eterna Primavera'
Imagen tomada de http://es.wikipedia.org/wiki/Medell%C3%ADn
                                                               
                                                       
                                                  

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